jueves, 21 de agosto de 2014

Día 22 Ventimiglia - Valencia

Es difícil acabar esto, explicar que llego a casa y no sé qué sensación tengo, satisfacción, esto se ha acabado... Me he quedado como una hora sentado en el sillón, relajado, ni siquiera he pensado mucho, con los trastos tirados en el suelo... Haciendo nada.

Anoche no podía dormir, no quería pensar que era la última noche en la tienda, que al final ese momento llega, pero aunque quisiera evitarlo estaba ahí... Desde pequeño, siempre que algo se acababa, el último día de vacaciones en algún lugar, el último día de clase, la hora final de un cumpleaños, no sé qué mecanismo se enciende en mi cabeza pero se pone en On y se convierte en un momento especial, rayadas mías pero es así! Y ayer no fue menos. El día no pintaba, con las dudas, dónde voy, los kilómetros, pero era la primera vez en el viaje que un gasolinero me llenaba el depósito, la primera vez que tenía que usar piedra para clavar las piquetas de la tienda, la primera en muchos días que no pasaba frío, la pizza 4 quesos estaba espectacular, la banda de jazz tocando en la calle, el paseo por las callejuelas estrechas y desiertas de la parte antigua contrastando con el petamiento de gente de la parte turística, los olores, era el final y lo vivía de otra manera, como siempre... Al final me dormí oyendo a unos italianos jugando a las cartas.

Y la rutina mañanera que me ha dado otra sorpresa... El dueño del camping, italiano, unos 60 años, con un despeluchado peinado hacia atrás con entradas importantes y el pelo del cogote largo, bajito, todo un Danny DeVito, hablando muy deprisa: España!! Ooh yo conozco la España! En moto también! El hombre tenía una T-Max, una scooter grande y se había recorrido con ella la península entera por la costa, había ido a Nordkaap pelandose de frío (que fue una opción para mi viaje), había hecho un viaje parecido al mío... y todo el solo. Me hubiera encantado quedarme a hablar con él un rato pero no escuchaba, sólo hablaba, movía las manos y gesticulaba... Intento contarle que mi viaje es como el que me cuenta pero es imposible, me corta, pero me da igual, de repente me doy cuenta de que no estoy escuchándole, de todas formas le entiendo poco, sólo le miro y sonrio, su emoción contándolo sí se entiende, señala con el dedo el recorrido en un mapa enorme de Europa que tiene en la pared de la recepción del camping. Tengo que empezar mi vuelta a casa, le digo en un momento en que respira... Me desea lo mejor, yo a él también! Y más viajes, Ciao bambino!! Nos reímos!



Son las 9, pongo el GPS destino a casa, a veces durante estas semanas lo hacía para ver lo lejos que estaba, pero esta vez era la de verdad, dice que 1014km, 9h19min encima de la moto más paradas... Uff! Pero antes una última cosita, ir a Mónaco y recorrer el circuito de Fórmula 1... pongo en el GPS Santa Devota, recordaba el casino, La Rascasse, Loewe, pero pongo esa, en cuanto vea una parte del circuito ya sé seguir, jeje, bastantes vueltas también con la consola aquí! Bueno pues me lleva al túnel pero otro que pasa por encima del famoso... Después de callejear un poco entre bancos, gente trajeada y cochazos encuentro la recta de meta, ahí está! Voy por la calle de atrás, giro y salgo a la recta, se ven las marcas donde se colocan los coches todavía, ya tenía la GoPro grabando hacía un rato, semáforo en verde!! Recta, curva a derechas, subida viendo el puerto a la derecha y arriba del todo calle cortada, vaya, bueno, doy la vuelta, un policía me dice que por ahí no puedo pasar, vuelvo a dar la vuelta y encuentro el camino, he salido a dos curvas de la del hotel, la más cerrada, a izquierdas, dos curvas más de derechas y el túnel... En el túnel se ponen casi a 300 y la curva que hay dentro es más cerrada de lo que parece, increíble que hagan eso... Recorro el puerto, que estaba en obras, La Rascasse, giro y a meta otra vez, venga que ahora sé el camino entero, voy a hacer vuelta rápida jeje...

A las 9:30 en marcha hacia casa... 134 túneles, 5 paradas para poner gasolina, 1 para comer, 1 para ponerme el chubasquero que venían nubarrones ya en Vinaroz, 1 último chaparrón, 1000km, 3 ploreras, varias rampas en las piernas, un dolor de muñeca apañao y 10h y media después... a las 19:30 en casa. Total 9030km en 22 días, 3 semanas y 1 día que no han sido una condena pero que me han marcado, que se han pasado volando, que menos mal que he escrito esto porque sería incapaz ahora de recordar dónde ha pasado cada cosa, cada paisaje increíble, carretera perdida, Stendhals que no he contado, gente que con una sonrisa ha iluminado el día, conectar internet después de 2 días sin encontrar wifi y que aparecieran mensajes, likes de Instagram... Gracias a todos los que habéis hecho algo para saber que estabais ahí. Ha sido genial! Pero también más duro de lo que pensaba, 3 semanas prácticamente solo... te da tiempo a pensar muchísimo y así lo he hecho, en el antes, en lo que viene, en mi toda mi familia, en amigos, en los que no lo son tanto pero han querido darme su apoyo, mil millones de gracias! A todos! Saber que estabais ahí, leyéndome, hacía más increíble el viaje y me ayudaba en momentos tontos... Que igual estoy diciendo tonterías y esto no es más que un viaje cualquiera como hace la mayoría de gente, en solitario y en moto, nada más! pero oye, yo lo he vivido así de una forma muy especial por un montón de cosas, esta ha sido mi historia y habéis formado parte todos. Gracias!!


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